“Fuera máscaras… y me sentí libre. En Ecce Homo encontré un espacio seguro para abrir mi corazón y compartir mis luchas con otros hombres. Aprendí que no tengo que cargarlas solo; de la mano de nuestro Padre y acompañado de hermanos, puedo soltar el peso y avanzar con esperanza.”

“En este apostolado descubrí el verdadero valor de ser hombre. Aprendí que mi misión es liderar con amor, ser esposo fiel y padre responsable. Ser hombre no es dominio, es servicio y entrega. Aquí entendí que la masculinidad auténtica refleja el plan de Dios en la familia.”

“Este proceso me ha permitido detenerme y reflexionar sobre heridas no sanadas que me impedían vivir plenamente como hombre. Compartir con los hermanos ha sido enriquecedor: sus testimonios, ánimo y entrega me inspiran a seguir creciendo y abrazar con valentía mi identidad y vocación.”

“En Ecce Homo sentí una transformación profunda de mi mente y mi corazón. He aprendido a conocerme a través de los testimonios de los hermanos, permitiéndome descubrir los talentos que Dios quiere que ponga al servicio de mis semejantes, confiando en el amor de Dios, aún en mis momentos de incertidumbre.”

“ECCE HOMO me ha permitido vivir y experimentar mi fe como hombre que quiere renovarse en Cristo y así, profundizar en el Amor de Dios como Padre, transformando mi vida y llevando a ese encuentro a más hombres. Siendo guerreros de una batalla vivida hoy en día: la protección familiar.”

“Durante mucho tiempo, sentí un vacío en mi corazón, una sensación de que algo faltaba en mi vida. Buscaba respuestas, un propósito, una razón que le diera sentido a mis días. Fue entonces cuando, por la gracia de Dios, conocí el programa de Ecce Homo del cual ahora soy coordinador de apóstoles.”

“Confieso que al principio estuve escéptico, fue hasta la sesión 0 que dije "esto ha estado esperando mi corazón..." y justo así ha sido Ecce Homo, un espacio donde puedo vulnerabilizarme y forjarme como hombre. Ahora remando mar adentro, no siendo espectador, reconociéndome necesitado, y que no estoy huérfano.”

“Cuando escuché del programa de Ecce Homo, nació en mí una espina por saber más. Hoy, después de haber trabajado con la primera generación en Tapachula, estoy convencido de que cada hombre que conozca a ECCE HOMO, va a encontrar las respuestas, las preguntas que no se atreve a hacerse a sí mismo, y sin dudarlo, tomará el camino, cargará su Cruz y seguirá a Nuestro Señor Jesucristo.”

“Satisfacción al ver que el programa da excelentes frutos. Ver mis compañeros motivados para continuar, y cómo nuestras familias nos acompañaron en la graduación del primer módulo; todos ellos contentos al ver lo que esposos, hijos y familiares estamos viviendo de la mano de Cristo. Para mí fue muy motivante.”